Hábitat y Distribución
Las arañas son muy conocidas al ser uno de los tipos de fauna con mayor distribución a nivel mundial. Están adaptadas para sobrevivir en una variedad de hábitats, desde secos hasta húmedos.
El único continente que no cuenta con la presencia de estos arácnidos de ocho patas es el antártico, pero esto no significa que no estén aptos para sobrevivir en condiciones frías.
Debido a sus particularidades anatómicas, los científicos pensaban que era imposible su supervivencia en regiones gélidas, pero la especie Thanatus arcticus pone a prueba esa afirmación siendo capaz de vivir en las pocas áreas de vegetación de Groenlandia. Pardosa glacialis es otro tipo de araña que sorpresivamente también radica en tales latitudes, especialmente en la isla Victoria en Canadá.
La araña Thanatus arcticus es capaz de vivir en las pocas áreas de vegetación de Groenlandia.
Lo que sí es un hecho, es que son encontradas con más facilidad en lugares naturales como selvas tropicales, sabanas, desiertos, matorrales y bosques; no obstante, su límite territorial se extiende hasta espacios urbanos, como por ejemplo, nuestras casas. Si deseas comprobarlo, probablemente solo tengas que levantar la mirada hacia las esquinas de las paredes de tu vivienda o si no, visita tu sótano o bodega y mira las telarañas formadas en las cajas o debajo de los muebles.
Gracias a su tamaño, las arañas pueden ocultarse en cualquier parte, razón por la que también son peligrosas. Debajo de hojas, en lugares fríos y oscuros, jardines, árboles, arbustos, basura, objetos metálicos, flores, telas y calzado son otros lugares muy comunes donde pueden encontrarse y que están muy cercanos a nosotros.
Las picaduras o mordeduras a los seres humanos pueden confundirse con agresividad cuando realmente actúan así en defensa propia y porque probablemente su instinto les indicó que se trataba de un peligro, por ello es importante revisar los objetos que manipulamos con frecuencia y tener a la mano un número de emergencia en caso de alguna mordedura.
Las arañas saltadoras (Salticidae) son especies con distribución mundial. Su alcance comprende varios ecosistemas con variaciones de temperatura, lo que demuestra su gran capacidad de adaptación. Los jardines y hogares son sus lugares favoritos para vivir, pues ahí se concentra gran cantidad de insectos indispensables para su alimentación.
Las arañas lince o formalmente denominadas oxiópidos, son animales mayormente tropicales quienes encuentran su paraíso en las plantas y las flores. Viven en todos los rincones del mundo, exceptuando algunas regiones del Ártico y el desierto de Sahara.
Los esparásidos o popularmente conocidos como arañas cangrejo gigantes también disfrutan de los ambientes del trópico y subtrópico. Están distribuidos por Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, parte de Asia, Europa y hasta en regiones tan alejadas como Hawái. Sus hábitats preferidos son jardines, hogares, selvas tropicales y áreas boscosas.
Pasando con los clubiónidos o arañas de bolsa, sus más de 540 especies están presentes en todos los continentes con excepción del Antártico y son capaces de soportar tanto climas muy calurosos como de muy bajas temperaturas. Pasan la mayor parte de su tiempo entre la vegetación, lugar donde satisfacen por completo sus más básicas necesidades.
La araña de agua es la única especie conocida en permanecer toda su vida en el agua.
Como último ejemplo, mencionaremos a una especie que no tiene una distribución global sino todo lo contrario, se limita solamente a una región y en este caso se trata de la costa este de Australia; estamos hablando de la Atrax robustus, o popularmente conocida como araña de Sídney. Sus lugares favoritos para vivir son debajo de maderas y rocas con elevados niveles de humedad, grietas, jardines y esquinas de paredes.
Amante del agua
Si te sorprendió saber que algunas arañas pueden soportar climas fríos, pues también te diremos que existe una representante que vive placenteramente en cuerpos de agua: (Argyroneta aquatica) o mejor conocida como araña de agua. Es la única especie conocida en permanecer toda su vida en el agua, respirando gracias a burbujas de aire que ella misma genera.